Hoy toca viajar desde casa gracias a los Guritos. El verano pasado estuvimos en Croacia, concretamente en Dalmacia. ¡Qué viaje tan bonito! Volvimos encantados.
Es un viaje en el que se ven ciudades preciosas y paisajes naturales espectaculares.
Ahí va un resumen de nuestro viaje.
Nuestra primera parada fue Trogir. Qué ciudad tan bonita, qué encanto! Trogir es una ciudad medieval con un pequeño casco antiguo que se encuentra en una isla de apenas 1 km² conectada por dos puentes a tierras continentales en la cara norte y por un puente a otra isla en la cara sur. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1997.
Elegimos Brac para poder ir a la preciosa y curiosa playa de Zlatni Rat, situada en Bol, y conocida como el Cuerno de Oro.
La atracción principal del Parque son sus siete cascadas. La cascada Roski slap es la más ancha y la cascada Skradinski buk es la más grande y la más conocida. Una de las cosas que resulta más atractiva de la visita a Krka es que hay una zona en la que puedes bañarte (eso sí, con tropecientos turistas más).
Nuestro siguiente destino fue el Parque Nacional de los Lagos de Plitvice.
Pero lo que más me gustó de Zadar fue lo que llaman el órgano del mar. Es una construcción de 70 metros de longitud, realizado en hormigón y bloques de piedra blanca de la isla de Brac, en forma de paseo escalonado. En su interior se ubican 35 tubos de órgano, colocados de forma precisa para que cada uno cree una tonalidad distinta, y en el exterior se encuentran unos orificios que, por efecto de las olas del mar y el viento, crean un conjunto de melodías sorprendentes. No tengo foto de Gurito, pero os dejo un link con un video para que os hagáis una idea (con la explicación cuesta un poco entenderlo...).
https://youtu.be/AHZYnnLTY2g
Y finalizamos nuestro tour por Croacia en Split, la capital de la costa Dálmata. Lo más impresionante de Split es sin duda el Palacio de Diocleciano, de finales del siglo III d.C. Cuando el emperador Diocleciano llegó a la vejez, tomó la novedosa decisión de abdicar (fue el primer emperador en hacerlo) y se retiró a unos campos, donde había mandado construir un enorme palacio para disfrutar de sus últimos años. El palacio es en realidad un palacio-fortaleza de 37.000 m². Hoy constituye la mayor parte del centro histórico de la ciudad, estando la mayoría de las atracciones de Split dentro de éste.
En su interior hay viviendas, tiendas, restaurantes y varias callejuelas por las que merece la pena perderse. Como curiosidad, contaros que en sus sótanos se rodaron varias escenas de Juego de Tronos.
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