Lo prometido es
deuda, así que como ya anuncié, esta semana toca GURITOS POR EL MUNDO. Como ya
sabéis la mayoría, este fin de semana he estado visitando Berlín. Y como ya es
habitual, no me he ido sola, me han acompañado algunos de mis pequeñines.
Es la segunda vez
que iba a Berlín y tengo que decir que esta vez le he encontrado mucho más
encanto que la primera (la verdad es que no sé porqué, quizás porque no
nevaba…).
Se podrían decir
muchísimas cosas de esta ciudad, pero no quiero enrollarme. Solo os cuento un
poquito a través de las fotos de los GURITOS.
Nuestro hotel estaba al
lado de Alexander Platz, plaza que fue el centro del Berlín Oriental, cuando la
ciudad estaba dividida. Desde allí fuimos paseando hasta la catedral de Berlín
(Berliner Dom), caracterizada por su cúpula de cobre de color verdoso.
Justo al lado de la
catedral, está la Isla de los Museos, situada en el río Spree. La Isla de los
Museos está formada por cinco prestigiosos museos (Museo de Pérgamo, Museo Antiguo, Museo Nuevo de Berlín, Antigua Galería de Berlín y Museo Bode).
Como ya conocíamos el Museo de Pérgamo, decidimos visitar el Museo Nuevo. Sus obras-estrella son el sombrero de oro y el busto de Nefertiti (en el busto de Nefertiti no se podían hacer fotos… es realmente espectacular).
Nuestro paseo
continúo hacia la famosa puerta de Brandenburgo, uno de los símbolos más
importantes de la ciudad que representa el triunfo de la paz sobre las armas.
Y de ahí fuimos hacia Postdamer Platz, a visitar Legoland. Aunque no hay foto de GURITO, quiero
mencionaros el Monumento al Holocausto de Berlín. Es un monumento consistente
en una cuadrícula de 2.711 bloques de hormigón de diferentes alturas, en
memoria de los judíos asesinados en Europa. Cuenta con un centro de información
realmente interesante. Para mí una de las partes más impactantes de la
exposición es la sala donde se muestran historias de diferentes familias antes,
durante y después de la persecución.
Después de Legoland
fotos de GURITOS con un trocito del muro junto a Postdamer Platz.
Por la tarde
seguimos paseando y viendo Berlín (la Iglesia Memorial Kaiser Wilhelm, el
Reichstag –visita obligatoria-, La Plaza Gendarmenmarkt, con sus iglesias
gemelas, la Puerta de Brandenburgo iluminada…) hasta llegar a la deliciosa cena
alemana.
Al día siguiente, paseo por el pequeño barrio de Nikolaiviertel, donde está el Oso de Belín, símbolo de la ciudad.
Y después, visita al mayor tramo de muro que se conserva. Mide 1,3 kilómetros y es
conocido como East Side Gallery, por ser la mayor galería de arte al aire libre del
mundo. A lo largo de este tramo de muro, se pueden ver cientos de graffitis de artistas
procedentes de todo el mundo, que representan el
cambio producido tras la caída del Muro de Berlín.
Y vuelta a casa... OH!!! ha sido una visita breve, pero muy bien aprovechada.
Al final he
conseguido enrollarme más de la cuenta, pero como tengo el viaje tan fresquito
(nunca mejor dicho ;-))